2.09.2010


El Diablo está en los Detalles



Pienso que la rutina y la demanda social de enfocarse en lo urgente -o bien- importante, puede limitar al ser en su observación cotidiana y “banal” de los detalles. Detalles… bendita palabra que bien vale mencionar, sale a bailar en la primera frase de una pelea de amantes, como si fuesen obvios, como si todos usáramos los mismos medios, como si vistiéramos las mismas intenciones.

Como en esta pelea de amantes, los detalles son cruciales tanto para ganar, como para perder la guerra y ese es el caso que me motiva a escribir estas líneas -a parte de que es una asignación de la clase de comunicación-. En fin, por inspiración o por Zapeta, me encuentro frente a mi computadora, recordando el video de la National Geographic llamado Operación Jaque, que no es demás decir que está muy bien realizado, porque comunica claramente los detalles de la estrategia militar, que a través de engañar a las fuerzas rebeldes, procuró sin el uso de la violencia, el rescate de importantes prisioneros de guerra a nivel internacional.


La genialidad de que el ejército de Colombia, encontrara los puntos débiles de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) para debilitarlos por medio de una ofensiva intelectual, fue posible gracias a un equipo de militares que prestaron atención a los detalles.


Primero, cabe puntualizar que la audacia de la idea que desencadena la operación, está a cargo de un pelotón de inteligencia del ejército colombiano, que descubre que las comunicaciones entre los dos líderes de las FARC, se realizan a través de radiofrecuencias y mensajes en clave que pueden ser interceptados. La complejidad no radicó en descifrar el código de comunicación, sino en recrear los escenarios de voces y sonidos del entorno, para intervenir de forma creíble en el contenido de los mensajes.


Cuando la comunicación tuvo “ruido” imperceptible y efectivo, el ingenio se agudizó con el montaje de toda una operación que guió a un líder de las FARC y a los rehenes, a la zona determinada de rescate, con el engaño de que el grupo sería trasladado para conocer al nuevo jefe de los insurgentes. Con la liberación en mente, inteligencia estudia videos de traslados realizados por misiones de paz y decide mimetizar la maniobra, haciéndose pasar por miembros de la cruz roja. A los militares se les asignan personajes ficticios, que van acompañados de identidades recreadas tanto física como teatralmente, cuidan hasta lo que llevan en su billetera. El grado de atención que le ponen a cada pormenor es impresionante, inclusive cargan con un supuesto periodista y camarógrafo, para darle realismo al cuadro.

Cuando se sintieron preparados, se realiza el encuentro. Se utilizan todos los distractores posibles para causar desconcentración y evitar sospechas, como el ruido que del helicóptero en marcha, el periodista que busca entrevistar a los insurgentes, etc. Sin más, las FARC caen engañadas porque el ejército cuidó hasta el último detalle, para recrear las condiciones por los revoltosos bien conocidas.

Sin duda, el diablo está en los Detalles…

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